FRÍO
Además de en las pantallas de nuestros monitores, el invierno ha llegado en estos comienzos del undécimo mes del año. La escarcha que cubre los campos, los aires gélidos que te reconfortan la primera vez que inspiras aire al salir de la puerta; la incipiente preocupación que te hace desenterrar los cálidos abrigos del fondo del armario. El frío, odiado por muchos, amado por otros tantos. Este sábado, la lluvia arreciaba los ventanales que conforman la pared lateral de mi habitación, cuyas persianas estaban alzadas para que pudiera observar la bella estampa. Belleza resultante gracias a un café caliente y una manta que cubría todo mi cuerpo. Es interesante observar lo reconfortante que resulta el mal tiempo cuando te encuentras protegido por el calor hogareño. Bienestar que se disipa en un instante cuando, tras la pertinente ducha, me dispongo a coger el paraguas de su correspondiente perchero. En el ascensor, los típicos –obligados a veces, forzados otras – “buenos días”